La actividad física regular es un pilar fundamental de la salud general.
Incluso en las enfermedades inflamatorias intestinales crónicas (EII), el ejercicio puede tener efectos positivos y ayudar a reducir el riesgo de reagudizaciones y complicaciones.
El estrés no es la causa de las enfermedades inflamatorias intestinales crónicas (EII), pero puede influir negativamente en el curso de la enfermedad y en la calidad de vida de los afectados.
Por eso es especialmente importante aprender a manejar adecuadamente las situaciones de estrés.
La variabilidad de la frecuencia cardiaca, o VFC para abreviar, refleja la capacidad del corazón para adaptarse a distintas situaciones y proporciona información sobre el bienestar y la salud general de una persona.
